jueves, 4 de junio de 2009

ortuac.

El tren atravesaba la noche chirriando y jadeando. Ella sentía en la piel el frío de los barrotes en la ventana. El eco de la voz de aquella mujer, contando su historia, perduraba en su cabeza. De repente se le ocurrió que lo estaba haciendo mal. Estaba considerando la vida de otra mujer como el manual que podría ayudarla a encontrar respuestas definitivas a lo que tenía que hacer acto seguido. Dejó que este pensamiento llegara hasta su lengua. Hacía mucho tiempo que no se permitía una cosa así, pensó. Airear sus sentimientos, sus pensamientos sin tener que preocuparse porque alguien fuera a utilizarlos en su contra algun día.

2 vaso/s de agua:

natal dijo...

la felicidad no es un maquillaje.
la felicidad es todo lo demàs.

Morgana dijo...

me encanta el blog ahora , esta buenisimo.
Te amo ♥